That´s what is about

Pero entonces, todo al cacahuate, ya, sin discriminación. Y es que la teníamos muy clara, sin Dios (nuestro gran enemigo), nada es legal o bueno, e. d., nada está sancionado. La felicidad ya no es un premio, es una postura, no cabe esperar que los eventos nos hagan felices. La vida simplemente no tiene dirección y una voluntad que pretenda dársela es puro fascismo mental, con toda la historia de la palabra. Tenía razón el austriaco lo(gi)co, la única directriz ética es: ¡Se feliz! No matter what. No se trata de ser un idiota con la polaroid sonriente en la geta, se trata de abandonar el espíritu de la pesadez, tan omnipresente (sin importar la situación). Lo demás incólume: las políticas, las decisiones, los planes, las acciones, las relaciones, los sentimientos (porque esas supuestas sensaciones son en realidad postulados pesimistas) y los pensamientos. Pero siempre con una guerra frontal contra el envilecimiento -la tristeza vive muy contenta en su casa literaria.
Pero entonces, como dijo Horacio, aunque con su sonrisa de espuma rosa, tal vez, vielleicht, maybe, forse, peut-être, ah mierda, mierda, mierda mierda infinitamente mierda, sí, interminable obstinación de la mierda por la cara y por el mundo, mundo de mierda, archimierda de contramierda, supermierda de inframierda, remierda de recontramierda... Nada, a bailar y bailar con Zaratustra.