No el más, el primero
Raúl fue grande cuando los españoles se atrevían a muy poco en el deporte, encasillados en los estereotipos del macho. Que chavales como Morata, Thiago o Jesé (o Nadal) se planten como los mejores del mundo teniendo veinte y pocos años es resultado directo de que ese tío, menudo y todo, dijo durante dieciséis años que además de corajudo también podía ser un genio.
¿Cómo no te voy a querer?
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