Una nota biográfica
Nafrán nació en el Nanga Parbat[1] en 1982, quince mil pies sobre la estepa[2] y todavía más sobre la última construcción humana.[3] Después de obedecer un tolle, lege[4] que incluía a Kafka[5], se vuelve ateo a los diecinueve.[6] Pidió les comuniquemos[7] que, a diferencia de Wittgenstein, vive una vida maravillosa.
[1] El Nanga Parbat es la novena montaña más alta del mundo y la segunda más alta de Pakistán. Junto con el K2, fue considerada durante gran parte del siglo XX una de las montañas "ochomil" más mortíferas. Por otra parte, Nafrán cuenta numerosas anécdotas en los cuales se le confunde por “árabe”.
[2] Evidentemente, la estepa es el hábitat del lobo estepario y de ahí que quizás se trate de una posible referencia a Hesse. Por otra parte, a cuatro mil metros de altura (15 mil pies), la altura de la meseta de los Himalayas, existe una amplia estepa alrededor del Nanga Parbat. La mayoría de campamentos de alpinistas suelen establecer su "primera etapa" en tal meseta, aunque en realidad el pueblo más cercano (y más elevado) se encuentra a cinco mil metros de la punta del Nanga Parbat, fuera de la meseta.
[3] Referencia a Nietzsche. Durante el verano de 1881 en Italia, el filósofo escribe un esbozo para el Así habló Zaratustra que firma de la siguiente manera :
Primeros de agosto de 1881 en Sils-Maria, a 6000 pies sobre el nivel del mar y mucho más alto aún sobre todas las cosas humanas.
Es de notar que Nafrán no sólo se encontraba mucha más alto, sino que ahí nace. Como afirma en una carta a Ana Álvares, a diferencia del alemán, él se encuentra más arriba de las construcciones humanas, no de lo humano (que evidentemente incluye a los propios humanos), pues no cree en la superación del hombre: “À la Obama, nosotros somos a los que estamos esperando”.
[4] De acuerdo a la leyenda, San Agustín comienza su formación en retórica gracias a la insistencia de una vocecilla que le cantaba “tolle, lege” (toma, lee). Es de notar que el camino retórico de San Agustín lo lleva al catolicismo mientras que a Nafrán, le lleva al ateísmo.
[5] El nombre “Un artista del hamon” es una referencia al cuento de Frank Kafka “Un artista del hambre”.
[6] Misma edad en la que San Agustín comienza su formación en la retórica. De nuevo aquí se trata de una referencia que a su vez lo distancia del referenciado: cuando San Agustín apenas comenzaba, Nafrán ya había llegado a su meta.
[7] Monk, es su biografía de Wittgenstein, The duty of Genius, reporta las últimas palabras del filósofo como “Tell them I had great life” haciendo notar que Wittgenstein sufrió de cantidad de impases difícilmente reconciliables con "una vida maravillosa".
A este ritmo mi comunión con Nietszche consistirá en que ambos terminaremos en un sanatorio por sobrecarga de megalomanía.
Comentarios
M*