Tengo una nariz

Nietzsche dice por ahí que las personas tienen a confundir la paz espiritual con un intestino tranquilo. Yo digo que también tendemos a confundir la inteligencia con una nariz no constipada. Hoy al fin amanecí sin rastros de gripe y leo el post que intenté escribir ayer.

Intenté este post cuarenta veces, hace mucho que no hacía eso. Lo que quedó fue, claro, esta acotación que lees y dos frases: "en cierto sentido, nunca escribiré" y "estoy físicamente cansado por una semana de gripe y unos tacos malos". Me asusta tener lectores, aunque me envanezca vulgarmente por la mínima opinión positiva que tengan de mi redacción. Redacción es una palabra peyorativa. [Abstract: Juan se da cuenta que la manera de sublimar su incapacidad para alegrarse por sus logros consistirá en exigirse más allá de sus medios presentes y así, aunque personalmente insatisfecho por el avance hacia la supuesta meta, encontrará una sensación de superioridad al ver que estos avances satisfacen a otros. Para ponerlo en forma de slogan: mis fracasos te parecen triunfos. Juan tiene la opción de convertir esto en una herramienta constructiva o en un medio para agravar el narcisismo que recubre su falta de autoestima.]
Nietzsche también dijo que no nos libraríamos de los castigos morales hasta que nos libráramos de la gramática. Ojalá mi nueva nariz me ayude a olfatear esa salida. Ojalá te pierda el miedo.

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