A mi no me convenció el argumento

Me imagino que por asociación, últimamente he estado pensando mucho en las personas que contestan a ciertas posturas diciendo: no, esto es diferente, y después esgrimen como contrapostura exactamente lo mismo que la postura original atacaba. Por ejemplo, en el caso de las coincidencias, la respuesta que utiliza esta estrategia consiste en decir: Sí, pero yo he tenido experiencias diferentes, en ellas las coincidencias sí significaron algo. Lo que la postura original dice es: ninguna coincidencia es significativa, tú la sientes así porque así la describes, y consecuentemente así la conceptualizas. Aquí, por supuesto, hay que evitar la tentación de pensar que hay un argumento detrás de esta postura. Un argumento en una discusión tiene que partir de algo aceptado por ambos bandos, pero llega a conclusiones que solo una de las partes acepta por medios, por supuesto, aceptados también por ambos bandos. Lo que el "coincidencionista" no acepta es que las cosas pierden sentido si dejas de hablar así de ellas. La postura anti-coincidencionista se vuelve entonces una petición de principio, una que a mi me basta para darme cuenta que las coincidencias no son importantes. No sé a ti.

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