La culpa la tiene la ley de la gravitación universal

Marilynne Robinson compara la participación de la ciencia en las catástrofes de nuestra época con el papel de la religión en las catástrofes del pasado y el presente, para criticar el libro de Richard Dawkins The God Delusion, pero confía demasiado en el punto de vista y no en lo que éste revela. Por supuesto que se puede considerar a ambos fenómenos como instituciones basadas en un grupo de creencias y procedimientos, se puede también encontrar que miembros activos de tales instituciones han actuado de una manera que no se compagina con lo prescrito por las creencias alrededor de las cuales se organizan, pero cuando se dice que las bombas nucleares son culpa de la ciencia en un grado similar al que las cruzadas fueron culpa de la religión se peca de una ceguera histórica terrorífica. Miembros oficiales de la institución religiosa católica (papas, reyes, sacerdotes, y todo lo demás) idearon e implementaron cosas como las cruzadas y la inquisición, cosas como los conventos y las iglesias. Hitler no fue aceptado en ninguna academia de arte, ya no digamos de ciencia, en cambio el papa Urbano Segundo le ordenó a los cristianos que destruyeran a la raza vil que ocupaba la ciudad santa. La ciencia fue una condición necesaria, pero no suficiente para que existiera la bomba atómica, la religión es autosuficiente a la hora de destruir el espíritu humano.