Advertencia: este post está en contra de los celulares

El MIT, el JPL y toda la Ivy League se han propuesto descifrar uno de los misterios más emocionantes e imperiosos de nuestra era: ¿para qué funcionan los teléfonos celulares? Aunque originalmente se creía que mejoraban la comunicación vía audio móvil—olvidándose de los molestos radios de un solo canal que obligaban a los interlocutores aesperarsuturnoparahablar—, el advenimiento de los maravillosos radios/teléfono ha echado por tierra esta teoría paparruchera. Por supuesto, el hecho de que nadie conteste su celular y el 100% de los individuos que poseen uno, tenga un total de 0 pesos fantasmas en crédito para hacer llamadas, ya nos indicaba la falsedad de nuestra suposición original. Una de las hipótesis más prometedoras nos dice que en realidad el celular apareció originalmente solo para llegar a la época de la multimedia, y ésta, a su vez, apareció para que los usuarios añoren las computadoras con conexión a Internet, las cámaras digitales, las televisiones con pantallas visibles, los reproductores mp3, y demás, ya que éstos aparatos llevan a cabo las tareas que los celulares modernos pretenden simular con la supuesta ventaja de hacerlo en lugares donde de todas formas no se puede ver televisión, usar Internet o escuchar música (i. e. los lugares públicos). En realidad el grupo de investigadores cree que los celulares sirven para incrementar el número de accidentes en automóvil y los casos de cáncer. Pero tomando en cuenta que hay más celulares en el mundo que católicos y musulmanes juntos, no se descarta que algún “usuario” por alguna iluminación cósmica le encuentre utilidad a alguna de esas cositas brillantes.