Deslindándose
Se puede prever que los feministas entre los hombres, pero también nuestras analistas mujeres, discreparán con estas puntualizaciones. Difícilmente dejarán de objetar que tales doctrinas provienen del “complejo de masculinidad” del varón y están destinadas a procurar justificación teórica a su innata tendencia a rebajar y oprimir a la mujer. Sólo que semejante argumentación psicoanalítica recuerda en este caso, como en tantos otros, a la famosa “vara de dos puntas” de Dostoievski. En efecto, a su vez los oponentes de quienes sostengan tales asertos hallarán muy comprensible que el sexo femenino no quiera aceptar algo que parece contradecir su igualdad al varón, cálidamente ansiada. Es evidente que el uso del psicoanálisis como instrumento polémico no lleva a decidir las cuestiones.
Sigmund Freud, Nota en Sobre la sexualidad femenina, 1931.
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El final del complejo de Edipo, Freud
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