¿Dónde está Cornejo?
Quería hacer un post sobre el día de las mujeres, de su utilidad como herramienta para protestar. También deseaba hacer otro post contra los inflacionistas evolutivos que creen en la perfección humana. ¿Qué hay del sexo? Es todo, a excepción de perfecto. Citaría a Elaine Morgan y me sentiría muy cómodo en la idea de humanos incompletos per se. También se me antojaba escribir mi propia reseña del concierto de Dream Theater en México; excelente, con un Labrie perfecto. Había otro post en el tintero, pero lo he olvidado. [¡Dios! Que lea esto quien no me conozca y se haga ideas sobre una personalidad conservadora ad nauseam.]
¿A dónde se fue el encanto del blog? ¿Cuál era el encanto del blog? La metáfora de la masturbación pública es auto-referencial y esto de contar las penas como una pseudo catarsis se trasfunde incluso a las descripciones que hablan de post fallidos. Me atraía quizás como ensayo, como práctica al discurso, sobre todo en una época en que rebozaba de palabras. Este mismo post se debe probablemente a que en cierto sentido he vuelto a ser receptor de ideas y deseo (porque desean) reproducirlas. Tanta vuelta es signo de que el deseo no implica la capacidad, y eso era todo, ejercer una capacidad. En eso radicaba el encanto. No obstante, no tiene sentido (poético) quejarse para llegar a la solución de la queja. Ha de subirse un escalón y mostrarse perplejo: no sé qué tiene de malo sentirse incapaz.
¿A dónde se fue el encanto del blog? ¿Cuál era el encanto del blog? La metáfora de la masturbación pública es auto-referencial y esto de contar las penas como una pseudo catarsis se trasfunde incluso a las descripciones que hablan de post fallidos. Me atraía quizás como ensayo, como práctica al discurso, sobre todo en una época en que rebozaba de palabras. Este mismo post se debe probablemente a que en cierto sentido he vuelto a ser receptor de ideas y deseo (porque desean) reproducirlas. Tanta vuelta es signo de que el deseo no implica la capacidad, y eso era todo, ejercer una capacidad. En eso radicaba el encanto. No obstante, no tiene sentido (poético) quejarse para llegar a la solución de la queja. Ha de subirse un escalón y mostrarse perplejo: no sé qué tiene de malo sentirse incapaz.
Comentarios
saludos!!!