La cartesiana

Le pasó al de la Flèche, también al de Königsberg y muchas personas creen que les ha pasado -condenada semántica. Desear que un sueño no sea verdad es distinto a que en el sueño te asalte la duda por su realidad. Al rededor de las doce post meridiano me soñé manejando el auto familiar sin rumbo por unas calles bastante jodidas. Llegó la angustia y me pregunté qué debería hacer, si y solo si (jajajá) el sueño era real. La afirmación "Esto es un sueño" no solucionaba nada, pues el sentimiento de realidad conducía conmigo. Supongo que la práctica de cambiar las estaciones sin quitar los ojos del volante me ha dado una memoria táctil del aparato. Lo busqué a ciegas y esas ajenas reglas de representación nocturna fabricaron los botones de manera tan tangible como siempre. Lo apagué, la música continuó. Busqué los botones para cambiar de emisora, no cambió. Quizás podría funcionar mal el power, pero tres de tres, mucha coincidencia. Se me quitó la angustia y desperté casi para comer. Kant tenía razón.

Comentarios

suelo soñar que manejo, choco y muero.
Anónimo dijo…
Dude, Kant’s answer is partial, sure, it proves that we can discriminate dream from our daily reality, but it doesn’t prove that another reality above us is impossible since that reality can obey to other set of rules we don’t know about.

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