Pirotécnica verbal

Ok, Ok, quiero decir que la narrativa del "crack", la narrativa floreciente en latinoamérica tras el boom, no la narrativa norteamericana de oficio descriptivo, no la narrativa oriental del esfuerzo alegórico, la narrativa de "virtuosismo técnico" -mal aplicado, el virtuoso en el oficio novelesco domina todos los recursos estilísticos, y no explota ese despanzurramiento total del sentido- llevó al contemporaneo a una gongorización de su discurso. No quiero poner ejemplos -él único que me place, describirles que "No quiero poner ejemplos" me producía picazón social, la modestia en un ataque a la "literatura latinoamericana" es una cobardía, y por ello deseaba llenar este interguionado con fraseologías como: la modestía, ese bello recurso del intelectual paternalista que no cobra todavía el bien que a él debe la Grantura; pura encadenación de usos sin ningún sentido, pura mención de palabras, pura falta de descripción. El consejo en mi "Nuevo método" se puede resumir así: la pirotécnica verbal ha de aparecer como silepsis de sentido. La razón, (¿ahora creo en razones literarias?[sí, son gustos.]), es que sin la guía de lo descrito las palabras no nos dejan contar*.

Comentarios

Nafrán dijo…
*La conclusión del post no es el invento cortazariano de las "perras negras",(La Grantura si es un gran fusil) Bacon, en su Novum Organum con la teoría de los ídolos, los de la plaza más precisamente, hipotetizó que nuestra sana habilidad de describir se viciaba por nuestros usos literarios.
Anónimo dijo…
"llevó al contemporaneo a una gongorización de su discurso. "

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