Una decisión arbitraria

Supongamos que 'comprender una decisión' sea equivalente a 'prever sus consecuencias'. Cuando hacemos una predicción, por lo general, usamos "espacios de acciones posibles". Por ejemplo, a falta de información, formulamos hipótesis como: mañana hará calor, seguro está dormido, ganará x o ganará y. Son lo suficientemente generales para ser verdaderas (o falsas), sin necesidad de precisión, pero no lo suficientemente vagas como para ser inútiles (si son verdaderas) Por ello, siendo un tanto estrictos, no conocemos del todo las consecuencias de nuestras decisiones. En la novela en cambio, como autores, tenemos que comprender las decisiones de nuestros personajes mejor que ellos. Si son sujetos normales, usan espacios de acciones posibles en sus predicciones, en su toma de decisiones. Y sin embargo, para construir la trama, nosotros hemos de ser precisos, hemos de saber que gana x por tal y tal marcador, etc.

A veces, cuando una decisión puede tener un resultado muy previsible, debido a nuestra particular participación en lo que tratamos de predecir, podemos actuar como autores, en el sentido novelesco antes expresado, de nuestras decisiones. Podemos comprenderlas por completo, pues, sabemos qué consecuencias tendrán. En este sentido, por ejemplo, conozco una parte de la trama de mi vivencia. Dado que he decidido no hablar con C., en las primeras ocasiones en que de hecho lo intenté, por cobardía o pena, no logre nada, sé ahora, que durante mantenga esta decisión (e.d., mientras tenga esta convicción), la única acción posible en el espacio delimitado por estas descripciones es que C. continue como una imagen [Quite an image! I may add, but still an image]... Un poco de ficción en mi vida, lástima que no soy buen narrador.