Cuéntame una de vaqueros
En el fin de semana me di cuenta que la gente no me escucha cuando digo lo que me gusta decir. Se aburre. Tiene algo que hacer. No me entiende o no me explico. No me oye o no digo nada a pesar de extensos ejercicios bucales. Diría Dylan Thomas: Oh make me a mask!
Una de las cosas que me agrada decir: no he leído a Thomas, lo cita J.C. al comienzo de El perseguidor.
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