Lacan
Según Lacan nuestro lenguaje expresa las diferencias. Las palabras son significativas porque distinguen alguna característica de una de dos cosas muy similares. Tomó prestado esto de Saussure. Lacan encuentra la primera diferencia, aquella que funda el mundo simbólico del hombre, en el falo. La figura paterna tiene falo y la materna no.
Esto produce un trauma prácticamente irremediable en el infante. El falo es incluso un modo de superar la falta en la madre, el primer gran Otro, como diría el propio Lacan, por lo que nos abandonamos al mundo simbólico fálico. Una de las consecuencias, y de hecho una de las menos interesantes, es que enfrentados a los genitales femeninos nos quedamos simplemente sin habla. No podemos describirlos. No tenemos una palabra para expresarnos, según Lacan; o bien decimos no-falo, o bien callamos.
En la literatura es fácil encontrar casos. Me agradó éste porque inmediatamente después de leer el libro ¿Existe la Mujer? de Paul Verhaeghe, subtitulado De la histérica de Freud a la femineidad en Lacan, y mi única fuente de teoría lacaniana, leo, todavía no lo termino, Pastoral Americana de Philip Roth.
El sueco Levov, el personaje principal de Roth, es acosado por una revolucionaria de 22 años llamada Rita Cohen quien tiene información sobre el paradero de la hija del sueco. Lo cita en un motel y después de un despiadado juego, donde aprovecha la moral dura del sueco, Rita descubre sus genitales en plan seductor pero agregando frases terribles sobre la relación entre Levov y su hija. El sueco no lo soporta más y huye despavorido. Al hacer un poco de reflexión el narrador dice:
"No se había alejado a toda prisa de la crueldad y la mezquindad infantiles, ni siqueira de la maligna provocación, sino de algo que no podía nombrar."
La última crueldad era lo inefable, pero creo que es bastante obvio a qué se refería en realidad. Si no pregúntele a Freud en Lo ominoso.
P.D: La llave para significar la femineidad, en nuestro lenguaje fálico actual, es la metáfora. La justicia poética me salve de querer enlistar todas las que hay en la literatura.
Esto produce un trauma prácticamente irremediable en el infante. El falo es incluso un modo de superar la falta en la madre, el primer gran Otro, como diría el propio Lacan, por lo que nos abandonamos al mundo simbólico fálico. Una de las consecuencias, y de hecho una de las menos interesantes, es que enfrentados a los genitales femeninos nos quedamos simplemente sin habla. No podemos describirlos. No tenemos una palabra para expresarnos, según Lacan; o bien decimos no-falo, o bien callamos.
En la literatura es fácil encontrar casos. Me agradó éste porque inmediatamente después de leer el libro ¿Existe la Mujer? de Paul Verhaeghe, subtitulado De la histérica de Freud a la femineidad en Lacan, y mi única fuente de teoría lacaniana, leo, todavía no lo termino, Pastoral Americana de Philip Roth.
El sueco Levov, el personaje principal de Roth, es acosado por una revolucionaria de 22 años llamada Rita Cohen quien tiene información sobre el paradero de la hija del sueco. Lo cita en un motel y después de un despiadado juego, donde aprovecha la moral dura del sueco, Rita descubre sus genitales en plan seductor pero agregando frases terribles sobre la relación entre Levov y su hija. El sueco no lo soporta más y huye despavorido. Al hacer un poco de reflexión el narrador dice:
"No se había alejado a toda prisa de la crueldad y la mezquindad infantiles, ni siqueira de la maligna provocación, sino de algo que no podía nombrar."
La última crueldad era lo inefable, pero creo que es bastante obvio a qué se refería en realidad. Si no pregúntele a Freud en Lo ominoso.
P.D: La llave para significar la femineidad, en nuestro lenguaje fálico actual, es la metáfora. La justicia poética me salve de querer enlistar todas las que hay en la literatura.
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