México histórico

A los 14 años me tocó representar a don Miguel Hidalgo y Costilla; la maestra Paty, después de protoseducirme, me sugirió que no debía gritar "viva la monarquía española", ni frase alguna parecida. Debía ensalzar a los héroes de-a-de-veras, con la exclusión del emperador Iturbide. No tenía convicciones políticas y en general soy bastante neutro al respecto, pero la insistencia de la deseada maestra me indicó la necesidad de vitorear a Iturbide y compañía. Así fue, no hubo regaños, ni castigos y sí notas de amor y preguntas sobre mi identidad por parte de dos mujeres un año mayores que yo. Nunca me enteré si fue por lo que proferí o por la bella apariencia que daba vestido de un anciano calvo :) Y no me enteré porque me interesaban mujeres mucho mayores, como la maestra Paty.

La historia es bonita, pero es más bonito cambiarla. Cuando leí los Combates por la historia de L. Frebre y la trágica Introducción a la historia de M. Bloch supe de lo heróico (sin espadas) de mantener un principio de realidad al recordar el pasado.